Suena el teléfono de la tiendita.
- Atentamente, buenas tardes.
- Buenas tardes. Mire. Llamé hace un mes. No sé si hablé con usted.
- Sí, dígame.
- Era para preguntar por los bolígrafos Ballograf. Me dijo que estaban agotados, y que los iban a recibir.
- Sí, así es.
- Pues estoy mirando su página web y siguen casi todos agotados.
- Salvo los modelos Pink, Coral, Yellow, y Dark blue, sí, los demás están agotados.
- Pero vamos a ver: ¿no le parece que en un mes ha tenido tiempo suficiente para reponerlos?
Venga, famosa que hace podcast, a lidiar con la realidad.
- Verá, la primera interesada en reponer los bolígrafos soy yo, no lo dude. Si aún no están en la tienda es porque estamos encontrando bastantes problemas de comunicación con la fábrica.
- ¿Pero no los trae de China?
Aguanta, papelera, relaja esfínter.
- Por supuesto que no. Los compramos directamente al fabricante, en Suecia.
- Sí, sí, ya sé que son suecos, conozco bien los Ballograf, tengo uno desde hace mucho, y me gustaría tener alguno más. Y al buscar por internet, aparece su tienda online, y también enlaces para comprarlos en China. O en Amazon.
- Ya.
- Y otra cosa: cuando repongan, ¿me cobran gastos de envío por cada bolígrafo, o por el pedido en general?
Inspira, espira, estás en la playa, este señor es Andrés Velencoso, y te trae una Super bock.
- Mire, si quiere, me puede dar su teléfono, y cuando lleguen, le aviso.
- Me parece bien. Tome nota. Lo único es que mi señora y yo estaremos fuera de casa un mes, y si me avisa, no podré hacer el pedido porque vamos a una vivienda que no tiene internet. Aquí sí, aquí tenemos wifi. Allí no. Podría hacerle una transferencia. ¿De Unicaja dice? Qué va, yo soy del Santander.
Es Andrés Velencoso, y detrás viene su primo. Con 100 Super bocks.