Articulaciones

Dudando entre topitos o flores, me pregunta S.:

• ¿Y quién te ayuda con los vídeos y las fotos que salen por tu Instagram?

S. se ha abierto hace poco una cuenta, y cuenta que anoche estuvo haciendo retrospectiva de las publicaciones de la tiendita. Que qué bonitas. Que vaya curro. Que quién me ayuda.

Sonrío, le agradezco sus palabras, le cuento que las redes (las redes y lo que no son las redes) son cosa mía, que es una tarea en apariencia ligera y entretenida, que esconde una rutina laboral trabajada día tras día desde hace 7 años.

• ¿Publicas todos los días?
• Todos los días.
• Menos cuando vienen pesadas como yo que te parten toda la planificación.

Nos reímos, se lleva un montón de papeles («los de topitos y los de flores, y así no tengo que decidir») y cintas de doble cara. Me quedo pensando en lo elásticas que son las articulaciones del emprendimiento, que nos estiramos, estiramos, estiraaaaamos (Ana Peleteiro sería buena emprendedora), para abarcar el terreno que ocuparían unas cuantas personas más. Como con la empleada del año, agradecería tantísimo contar con alguien con quien repartir tareas, pensar calmadamente en cosas nuevas, no tener cargos de conciencia por cerrar una semana de verano, o quedarme una tarde en casa viendo Sálvame la BBC.

Ahora no es posible, así que tomo mucha cúrcuma y verdura de hoja verde, que cuidan a tope de las articulaciones. Y no pasa absolutamente nada si dejo de hacer unas cosas por atender otras. Hoy, por ejemplo, el tiempo de publicar en Instagram lo dedico a escribir esta servilleta, hacía mucho que no lo hacía y me ha sentado genial. Seguro que mis articulaciones se alegran. Y la corriente atenta.