Deseos de papelera

Uno. Deseo que borren de Yelp que el antiguo número de MRW es el actual de Atentamente. 9 de cada 10 veces sufro llamadas equivocadas. La décima es de Vodafone.

Dos. Pido que Vodafone no me llame para ofrecerme ventajosas condiciones si me cambio a su compañía. Porque YA soy de su compañía.

Tres. Que en 2019 salga la subvención, la pida, la gane, y con ella, pueda reparar las grietas del techo, comprar una escalera muy alta, para alcanzar el techo muy blanco, y cambiar las bombillas de caducidad muy programada.

Cuatro. Que los talleres sigan siendo un regalo para aprendices y talleristas. Y que la nueva Escuela de Scrap llene de alegría y cinta de doble cara la vida de las escraperas novatas.

Cinco. Y la corriente atenta. Que siga llevándonos en brazos cuando estemos muy cansadas, y volando cuando nos sintamos ligeras, como avioncitos de papel.

Seis. En avioncitos de papel, o de Ryanair, deseo viajar. Porque viajando no te duele el cuerpo entero, dejas el reloj en la maleta, y encuentras los bolígrafos bellos y eternos.

Siete. Pido por los pedidos. Desde que dejé de pagar a Google, pensé que si arrimaba la oreja al portátil, sólo se escucharía cri cri-cri cri. Y no: con 400 pedidos a la vuelta de la esquina, me hace muy feliz saber que #losastentossomoslegion.

Ocho. Deseo envolver más rápido los pedidos.

Nueve. Que abran una cafetería, con palmeritas y pan con nueces, en el local de al lado. Que enseñen a hacer pan. Que aprenda a hacer pan.

Diez. Que la salud de hierro del autónomo me acompañe.

Once. Que por tu cinco cumpleaños, bimba, hagamos un libro con estas servilletas.

Doce. Y que sigas creciendo despacio, atenta, bonita. Que sigas regalándonos alegría. Que dejes tu rastro de confetti en cada rincón de nuestras vidas.